Hoy os voy a hablar de una de mis
plantas medicinales favoritas, se trata de la caléndula. Ésta preciosa flor de
pétalos naranjas, tiene muchas propiedades que la hacen milagrosa, y es muy
fácil de cultivar. La vengo plantando todos los años desde hace muchos tiempo,
y la he usado sobre mi piel en incontables ocasiones. Así que vamos a descubrir
las milagrosas propiedades de la Caléndula.
Caléndula – Calendula officinalis
La palabra caléndula proviene del
latín, y significa “pequeño calendario”,
su nombre tiene que ver con el tiempo, ya que nos indica el tiempo que hará,
sus flores se cierran sin se nubla el cielo.
No es solo una planta que pueda
servir de ornamental por lo bonitas que son sus flores, además sirve para
muchísimas cosas. Puede usarse sin riesgo (de hecho los pétalos se pueden
incluso comer como ensalada). Suele usarse sobre todo para uso externo,
haciendo cremas, ungüentos, emplastos, lociones o aceites para problemas de la
piel: irritaciones cutáneas, llagas, eccemas, acné, inflamaciones, heridas
infectadas o no, hemorragias externas, cardenales, quemaduras leves, esguinces.
En uso interno se puede usar para úlceras gástricas y duodenales, indigestiones,
irritaciones gástricas, cólicos y problemas de vesícula biliar. También se
suele usar para problemas de hongos y dolores menstruales.
La parte de la planta usada son
los pétalos.
Es muy fácil de cultivar en casa,
se pueden comprar las semillas en supermercados y tiendas de jardinería. Se
cultivan a principios de primavera o un poco antes si vivís en el sur. Sus semillas
tienen una forma muy peculiar, de media luna. Es curioso como si se te olvida
plantarlas un año, al año siguiente nacen algunas de las semillas que quedaron
en la tierra del año anterior, para que veáis si son fáciles de reproducir. Es
una planta de temporada, así que después de la floración se seca, pero si
recogéis las flores para uso medicinal, dejad algunas para recoger las semillas
y poder plantarlas el año que viene.
Esta planta además tiene dos
peculiaridades, una es que dicen que es buenísima para el saneamiento del
suelo, y la segunda es que aleja a los nematodos (una clase de gusanos).
Hay una versión silvestre, que es
la maravilla silvestre, o caléndula arvensis.
Mi experiencia
Llevo plantando caléndulas por lo
menos desde que tenía 16 años, todos los años las planto, algunos años recojo
sus semillas para el año siguiente y otros años las compro. Hay dos clases, las
simples y las dobles (que tienen muchos más pétalos). Llega un momento en que
me nacen solas en las macetas donde no las he plantado, porque quedan semillas
del año anterior en las tierra.
Normalmente yo suelo usar la
caléndula en ungüento, para ello la compro en herbolarios, porque aunque os
parezca raro, me da un poco de pena usar las que cultivo. Mi experiencia
usándola como medicinal es extraordinaria. Normalmente suelo tener algunos
problemas cutáneos de febrero a octubre, más o menos, ya que soy alérgica y me
sale una especie de sarpullido en las puntas de los dedos. Ésta alergia no se
quita con nada, he probado cremas de la farmacia, recetadas por médicos, y
nada, en cambio, un simple ungüento hecho con aceite de caléndula y cera de
abejas me quita ésta alergia en solo dos días. Es realmente milagrosa,
maravillosa, es la diosa de las flores, no tengo más que palabras positivas
para esta planta.
También la he usado durante
muchos años en invierno, por mi trabajo, en ocasiones se me mojaban mucho las
manos en invierno, y se me hacían grietas sangrantes imposibles de curar, hasta
que echaba mano de la caléndula, y en un par de días estaban curadas todas las
grietas.
Así pues, no puedo dejar de
recomendaros esta planta. Además de lo bonita que es para tenerla en vuestro
jardín o terraza.
Nota: algunas de las fotos que aparecen en esta entrada son muy antiguas, de la cámara que tenía cuando era adolescente, por eso tienen poca calidad, pero quería que todas las fotos estuvieran hechas por mí. Las dos más grandes con mejor calidad son de este año.
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