Sé que ésta entrada pasará
desapercibida para muchos, sé que otros mirarán hacia otro lado precisamente
porque ellos dan un mal ejemplo, pero también sé que hay muchas personas
concienciadas con el respeto a la naturaleza y me entenderán. En ésta entrada
quiero hablaros sobre enseñar a los niños el respeto por la naturaleza.
En semana santa fuimos a la
sierra, en uno de los senderos que hicimos había un arroyo. Allí había muchas
familias con niños, había animales, se anunciaba en los carteles de la junta de
Andalucía que se pueden encontrar tritones, ranas, pájaros, etc.
Había mucha
gente vestida finamente con sus camisitas y sus náuticos haciendo senderismo
(extraño, sí), y una vez que un grupo de éstas personas pasó, nos sentamos a
comer y, en uno de esos arroyos donde habían estado, me encontré una gran rana
muerta con el pecho atravesado por un palo y flotando en el arroyo.
El mismo día vi a muchos de éstos
individuos incitando a sus hijos a que arrancaran plantas, en un parque natural
nada menos, para dárselas a las cabras, cuando en un parque natural no se puede
arrancar nada.
Ayer mismo fuimos a Islantilla a
pasar un rato en la playa paseando, y vi salir a un hombre de un gran y caro
complejo de apartamentos a pie de playa, y enseñarle a sus hijos lo divertido
que es algo así como jugar al futbol con los escarabajos que van por la acera,
los pateaban y los pisaban. En la playa hay escarabajos y llegan hasta las
aceras de los paseos marítimos. Y no pude evitar decir en voz alta “qué pasatiempo tan malvado, no es eso lo
que quiero enseñar a mis hijos” y parece que pararon.
Todas éstas anécdotas me llevan a
deciros que pienso que, desde que son pequeños, hay que enseñar a los niños que
es muy importante respetar la naturaleza, no solo respetar a otras personas y
respetarnos a nosotros mismos, también a todo lo que hay en la naturaleza. ¿Qué
sentido tiene visitar un parque natural o cualquier otro entorno natural si
cuando nos marchemos hemos causado estragos? No debemos dejar que los niños
maltraten a los animales ni arranquen plantas, que por cierto, pueden ser
venenosas o plantas protegidas; y menos debemos nosotros hacerlo para darles
ejemplo.
No entiendo porque éste tipo de
personas visitan la naturaleza, si para ellos la naturaleza no es nada. No tienen
reparos en contaminarla o dañarla. Es una lección que aún muchos seres humanos
deben aprender, y si los mismos adultos no la aprenden y no entienden, ¿cómo
van a enseñar a sus hijos ésta lección?
En resumen, nos queda tanto por
andar, el ser humano no es capaz de respetar a los más débiles, ni las pequeñas
cosas, muchas veces no es capaz de respetarse ni a sí mismo. Pero algunos de
nosotros estamos aquí para enseñar esta lección de respeto y no cerraré jamás
mi boca ante estas situaciones.
1 comentario:
Te puedo decir que me indigna tanto como a ti. Además es que no entiendo que vayan a estos lugares.
Son seres vivos ( plantas o animales)
Yo tengo dos gatas recogidas de la calle ( una maltratada por unos niños) y te puedo asegurar que el día de mañana mis futuro hijos respetaran a los seres vivos.
Por lo menos esperemos que poco a poco las futuras generaciones sean más respetuosas.
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