Son mis fiestas favoritas, claro que es a las únicas fiestas medievales que he ido, y tengo mucha inclinación por esas cosas, temas celtas (y me encantaron los gaiteros de este año), new age, etc. Es una fiesta fascinante, el pueblo se llena de gente disfrazada de medievales, pequeñas representaciones donde hacen participar al público, danzas, música, puestos con cosas de artesanía y preciosas, comidas medievales, concursos de destreza, etc. Este año me gustó especialmente un conjunto que tocaba danza árabe delante de la puerta de la iglesia, con una bailarina que realmente captaba la atención de los visitantes, fue increíble, se movía completamente al ritmo de los timbales, y la gente estaba como hipnotizada, cuando yo llegué y me adentré entre la gente fue como entrar en otro mundo porque toda la gente estaba en silencio, embobados, grabándola con sus cámaras, y cuando terminaron la gente rompió en aplausos emocionados, se me puso la carne de gallina.
El castillo de Cortegana es pequeñito pero precioso, muy bien conservado, y en las jornadas medievales hacen representaciones dentro, también cenas y una boda mora. Hace años asistí a la representación del Martillo de los Herejes, en una de las torres, que frío pasé, pero era genial, en la representación torturaban a un supuesto moro que se hacía pasar por cristiano, lo estiraban, le ponían un embudo en la boca y le echaban agua para ahogarlo. Y el verdugo era muy gracioso así todo canijillo, y muy mono. Y antes de subir al castillo me hizo mucha gracia lo que me pasó porque, había una especie de bufón riéndose de la gente, y se rió de uno y yo miré y me reía y se vino corriendo para mí y se puso a hacer un baile provocativo a mi alrededor, je je, como rozándose un poco el tío. Pero me reí porque no me lo esperaba, es que estas fiestas tienen sorpresa y todo.
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